Pemex enfrenta una crisis financiera que impacta gravemente en su operación. Con adeudos que ascienden a 600 mil millones de pesos, la empresa suspendió obras esenciales, incluyendo el mantenimiento de plataformas marinas, pese al constante desgaste que sufren por el agua de mar.
El 8 de enero, Pemex Exploración y Producción (PEP) canceló cuatro concursos clave relacionados con inspecciones, rehabilitación de infraestructura, soporte a la producción y servicios de perforación de pozos marinos. Según documentos oficiales, la medida responde a una “estrategia de contención del gasto 2025”.
Desde noviembre, PEP no ha lanzado nuevos concursos y ha diferido diversos proyectos, incluidos 20 procesos convocados a finales de 2024. Entre los contratos detenidos se encuentra la administración del Sistema de Transporte de Hidrocarburos por Ductos Marinos.
La desaceleración también afecta a Pemex Transformación Industrial, que pese a haber lanzado 140 convocatorias, solo ha avanzado en tres procesos. Mientras tanto, Pemex Logística no registra nuevas adjudicaciones desde octubre.
Esta situación pone en riesgo no solo la productividad de la empresa, sino también la seguridad y confiabilidad de su infraestructura, en un momento en el que Pemex busca afrontar su elevado endeudamiento y ajustar sus finanzas.