El presidente Joe Biden ha decidido no implementar la prohibición de TikTok programada antes de que termine su mandato, trasladando la responsabilidad al presidente electo Donald Trump. Esta decisión surge tras la ley aprobada en 2024, que exige a ByteDance, la empresa matriz de TikTok, desvincularse de la aplicación por motivos de seguridad nacional antes del 19 de enero.
Mientras Biden opta por no ejecutar la medida, Trump y su equipo de transición deberán determinar el futuro de la plataforma. Aunque en su momento Trump abogó por prohibir TikTok, durante su campaña presidencial de 2024 adoptó un enfoque distinto, utilizando la aplicación como herramienta clave para conectarse con votantes jóvenes.
La postura del Congreso sobre TikTok está dividida. Demócratas como Chuck Schumer buscan extender el plazo para encontrar un comprador estadounidense, mientras que republicanos como Tom Cotton insisten en que la plataforma representa un riesgo de espionaje chino y debe ser prohibida de inmediato.
La Corte Suprema, que recientemente escuchó argumentos sobre la ley, podría emitir un fallo que respalde la desvinculación de ByteDance. Sin embargo, Waltz, asesor de seguridad nacional designado por Trump, señaló que el nuevo gobierno buscará un acuerdo viable para evitar que TikTok sea eliminado del mercado estadounidense.
Trump ha prometido proteger los datos de los usuarios mientras mantiene TikTok como una plataforma operativa. Su postura sobre la aplicación se ha suavizado significativamente, usándola como un canal estratégico para captar votos jóvenes y difundir su mensaje político.