En un acto controvertido, el expresidente Donald Trump, al inicio de su segundo mandato, otorgó indultos y conmutaciones a cerca de 1,600 personas vinculadas al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El perdón abarcó desde quienes cometieron delitos menores hasta aquellos involucrados en actos violentos y graves conspiraciones sediciosas, como miembros de los Proud Boys y Oath Keepers.
Entre los beneficiados destacan figuras como Enrique Tarrio y Stewart Rhodes, líderes de dichas organizaciones, quienes vieron reducidas sus largas condenas. Trump justificó esta medida como un paso hacia la “reconciliación nacional”, aunque las críticas no se hicieron esperar.
Reacciones divididas
Familiares y simpatizantes de los indultados celebraron la decisión, mientras que exfuncionarios, policías y expertos en justicia la calificaron como un retroceso en la lucha por la democracia. “Es un día oscuro para nuestro país”, declaró Harry Dunn, exoficial del Capitolio.
La medida, vista por muchos como un gesto político para afianzar su base de seguidores, revive tensiones sobre el legado del asalto al Capitolio, que dejó cinco muertos y sacudió los cimientos de la democracia estadounidense.