Colombia evitó una potencial guerra comercial con Estados Unidos al aceptar recibir a migrantes deportados en aviones militares, luego de amenazas de aranceles del expresidente Donald Trump. El acuerdo fue anunciado por el canciller Luis Gilberto Murillo, quien afirmó que se garantizarían condiciones dignas a los ciudadanos repatriados.
El conflicto surgió cuando aviones militares estadounidenses con deportados fueron rechazados por Colombia. Trump respondió con advertencias de aranceles y restricciones de visas, acciones que habrían impactado sectores clave de la economía colombiana, como el café y las flores.
El acuerdo reafirma la cooperación migratoria entre ambos países, aunque persisten tensiones por el trato a los deportados y el uso de aviones militares. Otros países, como Brasil, también criticaron la gestión estadounidense de la repatriación de migrantes.