El concepto de “ciudades esponja”, introducido por el arquitecto paisajista chino Kongjian Yu y adoptado en China como política nacional desde 2013, ha demostrado ser una alternativa eficaz a las infraestructuras tradicionales de drenaje. Este enfoque apuesta por la integración de humedales, jardines de lluvia y pavimentos permeables, permitiendo la absorción y almacenamiento del agua para reducir el riesgo de inundaciones.

A diferencia de los sistemas convencionales de concreto y tuberías, las ciudades esponja minimizan los costos de mantenimiento y evitan desbordes que agravan las anegaciones urbanas. Wuhan, por ejemplo, ahorró más de 550 millones de dólares con la implementación de este modelo, según un informe de la Universidad de Leeds.
Ejemplos de éxito en el mundo
Diversas ciudades han adoptado este enfoque con proyectos innovadores:
• Parque Forestal Benjakitti (Tailandia): transforma un área urbana en un ecosistema de absorción de agua.
• Parque Guiwan de Qianhai (China): rediseñado con vegetación para retener y filtrar el agua.
• Grønningen-Bispeparken (Dinamarca): combina infraestructura verde con sistemas de filtración natural.
• Parque Pole Mokotowskie (Polonia): rediseñado para almacenar agua y mitigar inundaciones.
Estos proyectos demuestran que las ciudades esponja no solo combaten las inundaciones, sino que también promueven la sostenibilidad y la resiliencia climática.