El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma que permitirá la realización de corridas de toros sin violencia, es decir, sin causar lesiones ni la muerte de los animales durante el espectáculo. La decisión, resultado de una iniciativa ciudadana respaldada por más de 27 mil firmas, busca equilibrar la protección del bienestar animal con la preservación de la tauromaquia como una tradición cultural.
La reforma prohíbe expresamente el maltrato y la muerte del toro dentro y fuera de la plaza, garantizando que al terminar el espectáculo el animal regrese a la ganadería o con su propietario. Esta medida fue celebrada por congresistas de distintas bancadas como una muestra de consenso y avance ético.
La diputada Daniela Álvarez (PAN) resaltó que se alcanzó un acuerdo histórico en un tema polarizante, mientras que la legisladora Nora Arias (PRD) afirmó que se preserva la esencia cultural de la tauromaquia adaptándola a los valores actuales. Otros legisladores señalaron que esta medida sienta precedentes para terminar con otros espectáculos que involucren maltrato animal, mientras se protege también la derrama económica que genera la actividad.
Por su parte, el diputado Jesús Sesma (PVEM) celebró que se dé “voz a los seres sintientes” y recordó que el 80% de los mexicanos está a favor de erradicar la crueldad en las corridas. En tanto, Pedro Haces (Morena) llamó a una modernización responsable de la tauromaquia, mientras que Federico Chávez (PAN) consideró la reforma como “tibia”, aunque la votó a favor por representar un avance.
Con estas reformas, se moderniza la ley local para permitir espectáculos taurinos sin violencia, destacando que ya no habrá lugar en la capital para la muerte de animales con fines de entretenimiento.