Durante Semana Santa, millones de creyentes conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo con distintos rituales religiosos. Una de las prácticas más comunes es la abstinencia de carne roja, especialmente en Viernes Santo, como símbolo de penitencia y recuerdo del sacrificio de Jesús en la cruz.
Esta tradición tiene su fundamento en el Derecho Canónico de la Iglesia Católica, que establece la abstinencia como una forma de purificación y dominio del cuerpo. Según la revista Desde la Fe de la Arquidiócesis de México, el padre Leonardo Tinoco señala que este acto es una manera de moderar los placeres del cuerpo para fortalecer el espíritu.
El calendario litúrgico marca el inicio de esta práctica con el Miércoles de Ceniza y se extiende durante todos los viernes de Cuaresma, incluyendo el Viernes Santo. Las fechas recomendadas para no consumir carne este año fueron: 5, 14, 21 y 28 de marzo, además del 4, 11 y 18 de abril.
Alternativas ricas en proteína
Para quienes desean seguir esta tradición sin descuidar su alimentación, existen opciones vegetales ricas en proteína que pueden sustituir la carne sin afectar la energía ni el funcionamiento del organismo. Aquí tres ejemplos:
- Soja: Aporta hasta 36 g de proteína por cada 100 g y contiene grasas saludables.
- Cacahuate: Es un fruto seco muy energético, con 567 calorías por cada 100 g y buen aporte proteico.
- Lentejas: Ricas en hierro, vitaminas y proteína, además de ser bajas en grasa.
El Instituto Tomás Pascual Sanz recomienda mezclar legumbres, cereales y semillas para obtener una nutrición completa en esta temporada.
Aunque el pollo es una carne blanca, algunos católicos evitan comerlo durante la Cuaresma como un acto de penitencia y reflexión. Esta práctica se basa en la tradición de abstenerse de comer carne roja durante la Cuaresma.