En este día se honra tanto la historia religiosa como la laboriosa, recordando el papel fundamental que la cruz desempeña en la fe cristiana y su conexión con la protección y la seguridad en el trabajo.
Cada 3 de mayo, la comunidad cristiana conmemora un evento de profundo significado: la Invención de la Cruz, también conocida como el Día de la Santa Cruz. Según la tradición cristiana, este día marca el descubrimiento de la cruz en la que Jesús fue crucificado por Santa Elena, madre del emperador Constantino, durante una peregrinación a Jerusalén en el siglo IV.
El hallazgo de la cruz, un acontecimiento reverenciado en la historia cristiana, marca el inicio de la veneración de este símbolo sagrado. Desde entonces, la cruz ha sido considerada como un emblema de protección y bendición para los fieles. Esta celebración, marcada en el calendario litúrgico como la fiesta de la Santa Cruz, se ha convertido en un momento de reflexión y devoción para millones de creyentes en todo el mundo.
Además de su significado religioso, el Día de la Santa Cruz también se asocia con los trabajadores de la construcción. En este contexto, la cruz adquiere un simbolismo adicional como un ícono de protección para aquellos que se dedican a labores que involucran riesgos y desafíos.
Así, en este día especial, se honra tanto la historia religiosa como la laboriosa, recordando el papel fundamental que la cruz desempeña en la fe cristiana y su conexión con la protección y la seguridad en el trabajo.