En una jornada histórica para la Iglesia Católica, el Colegio Cardenalicio ha elegido al cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como el nuevo Sucesor de Pedro. El nuevo pontífice, prefecto del Dicasterio para los Obispos y originario de Chicago, ha elegido el nombre de León XIV, evocando una tradición de pontífices con una fuerte impronta doctrinal y pastoral.
A sus 69 años, Prevost se convierte en el primer Papa perteneciente a la Orden de San Agustín (O.S.A.) en más de un siglo y el primer pontífice nacido en Estados Unidos. Profesó sus votos solemnes como agustino en 1981 y fue ordenado sacerdote al año siguiente. Es doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Angelicum), en Roma.
Su trayectoria eclesial se distingue por una profunda vocación misionera, especialmente durante su largo servicio en Perú, donde trabajó en comunidades empobrecidas, tanto rurales como urbanas. Allí fue nombrado superior de la Provincia Agustiniana del Perú y, posteriormente, Prior General de la Orden a nivel mundial, cargo que ejerció entre 2001 y 2013.
En 2014, el Papa Francisco lo designó obispo de Chiclayo, en el norte del Perú, donde reforzó la formación de los futuros sacerdotes y promovió diversas iniciativas pastorales y sociales. Su perfil pastoral, marcado por la cercanía, el diálogo y el compromiso con los más vulnerables, lo consolidó como una figura muy apreciada en América Latina.
Su paso a la Curia Romana se dio en 2023, cuando fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los organismos más estratégicos en el gobierno de la Iglesia. Ese mismo año fue creado cardenal, recibiendo el título de la iglesia de Santa Mónica en Roma.
La elección del nombre León XIV remite a una línea de pontífices que dejaron huella en tiempos de transformación, como León XIII, autor de Rerum Novarum y padre de la Doctrina Social de la Iglesia. En sus primeras palabras desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo Papa afirmó:
«Vengo como servidor de Cristo y de su pueblo, para ser puente de unidad, voz de esperanza y mensajero de misericordia. Oremos juntos para caminar en fraternidad.»
Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro celebraron con emoción la aparición de la fumata blanca, mientras las campanas del Vaticano resonaban anunciando el inicio de un nuevo pontificado.
Con la elección de León XIV, la Iglesia Católica entra en una etapa que apunta a la continuidad de la visión de una Iglesia sinodal, misionera y abierta a los retos de este siglo.
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