Varias organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes presentaron una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos por negarse a transparentar cómo recopila y utiliza las muestras de ADN tomadas a inmigrantes, incluso a quienes no enfrentan cargos penales.
La querella legal fue interpuesta en una corte federal del Distrito de Columbia por el Centro de Privacidad y Tecnología de la Universidad de Georgetown, el Centro Amica para los Derechos de los Inmigrantes y Americans for Immigrant Justice. Las organizaciones señalan que el DHS ha ignorado su solicitud de información hecha bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) desde 2024.
El programa de recolección masiva de ADN, que comenzó en 2020 durante el gobierno de Donald Trump, ha provocado que la base de datos genética del FBI (CODIS) registre un aumento de más del 5,000 % en perfiles de inmigrantes, según denuncian los demandantes.
“Están recolectando muestras genéticas de personas que no han cometido ningún delito”, advirtió Stevie Glaberson, del Centro de Privacidad. Agregó que la falta de transparencia por parte del gobierno es alarmante, ya que se trata de la información personal más sensible.
Emily Tucker, directora del mismo centro, aseguró que el programa “no solo busca deportar, sino también intimidar y silenciar a quienes se oponen a estas políticas”. Las organizaciones exigen que el DHS rinda cuentas sobre cómo se maneja esta información genética y que se respeten los derechos civiles de los inmigrantes.
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