Al menos seis personas murieron y más de 20 resultaron heridas en Ucrania durante la segunda jornada de bombardeos rusos en represalia por la “Operación Telaraña”, una acción ucraniana que recientemente destruyó parte de la flota de bombarderos estratégicos rusos. La ciudad más afectada fue Járkov, donde se registraron decenas de explosiones, dejando zonas residenciales en ruinas y múltiples víctimas, incluidos un bebé y una niña de 14 años.
Durante la madrugada del sábado, Rusia lanzó más de 200 drones y nueve misiles, según las autoridades de Kyiv. Aunque la mayoría fueron interceptados, varios lograron impactar viviendas, causando graves daños. En un ataque posterior por la tarde, dos bombas teledirigidas cayeron en el centro de Járkov, cobrando al menos otra vida.
También se reportaron bombardeos en Jersón, donde un matrimonio perdió la vida, mientras que Rusia denunció ataques ucranianos en Belgorod y otras regiones fronterizas. Tres personas resultaron heridas en suelo ruso tras la caída de drones explosivos sobre vehículos.
En paralelo, Ucrania informó del derribo de un caza ruso Su-35 en la región rusa de Kursk. Aunque Moscú no lo confirmó oficialmente, fuentes vinculadas a la Fuerza Aérea rusa reconocieron la pérdida de la aeronave.
La tensión escaló aún más con acusaciones cruzadas sobre el retraso en un intercambio de prisioneros de guerra pactado en Turquía, situación que añade presión diplomática en medio de una nueva ola de violencia en la región.
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