A diferencia del Día de la Madre, que cada 10 de mayo se vive como una verdadera fiesta nacional, el Día del Padre suele pasar con menos entusiasmo. Esto tiene un trasfondo cultural y de género, explicó la Dra. Paola González, profesora de la Escuela de Psicología de la UDEM.
Históricamente, las mujeres han sido vistas como las principales responsables del cuidado de los hijos y del hogar. Este sesgo ha llevado a que se valore más su rol en la familia, mientras que el de los padres queda muchas veces relegado, comentó la especialista.
Según datos del INEGI de 2023, en México hay 11.5 millones de hogares encabezados por mujeres sin un cónyuge. Además, 9 de cada 10 personas con obligación de dar pensión alimenticia no la cumplen, lo que ha generado un alarmante total de 35 millones de deudores en el país. El mismo instituto estima que tres de cada cuatro hijos de padres separados no reciben pensión alguna.
Para González, más allá de una celebración simbólica, el Día del Padre debería ser una oportunidad para reflexionar sobre el papel que los hombres juegan en la crianza.
“La paternidad no debería verse como una opción, sino como un privilegio que debe asumirse con seriedad. No basta con estar en los momentos lúdicos; los padres deben involucrarse de forma activa y emocional en el día a día de sus hijos”, señaló.
La especialista también apuntó que muchas nuevas generaciones han comenzado a cuestionar el Día del Padre debido a que hay hombres que están en deuda con sus hijos, tanto en lo económico como en el cuidado y la atención emocional.