En una escalada sin precedentes desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, Rusia lanzó la madrugada de este miércoles un ataque masivo contra Ucrania, utilizando 728 drones y 16 misiles balísticos y de crucero, una cifra récord que supera el anterior máximo registrado apenas la semana pasada.
La ciudad más afectada fue Lutsk, fronteriza con Polonia, donde se reportaron 55 drones y cinco misiles —dos de ellos hipersónicos Kinzhal—. Aunque se reportaron importantes daños materiales, no se han confirmado víctimas mortales hasta el momento.
El ataque coincidió con declaraciones recientes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se dijo listo para reanudar el envío de armamento a Ucrania y amenazó con sanciones a países que adquieran recursos energéticos rusos. El Kremlin restó importancia a sus palabras, atribuyéndolas a su estilo “peculiar”, aunque evitó comentar una declaración más agresiva atribuida al mandatario republicano.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, calificó la ofensiva de demostrativa y dijo que ocurre “cuando se han hecho tantos esfuerzos por lograr la paz”. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que el ataque se centró en infraestructura de aeródromos militares ucranianos.
La fuerza aérea ucraniana reportó que 303 drones, 296 artefactos y siete misiles fueron interceptados por sus defensas, apoyadas por proyectiles tierra-aire y drones nacionales.
Ambos países continúan en una carrera tecnológica por dominar la guerra de drones. En palabras de un comandante ucraniano, Robert Brovdi, se acerca el momento en que Rusia podría lanzar un ataque con mil drones de forma simultánea.
Por otro lado, autoridades rusas reportaron que su defensa antiaérea derribó 86 drones, seis de ellos dirigidos a Moscú. Los ataques han provocado constantes retrasos y cancelaciones en los aeropuertos de Moscú y San Petersburgo, con fuertes afectaciones económicas.
En un episodio paralelo, Moscú acusó a Ucrania de un ataque deliberado en Kursk, donde un menor de cinco años murió tras cubrir a su madre durante un presunto bombardeo a una playa, en lo que la vocera Maria Zajárova calificó como “acto terrorista”.