Planear qué pasará con tus bienes cuando ya no estés es una decisión clave. Pero ¿es mejor heredar con testamento o donar en vida? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas que dependen de tu situación personal, económica y familiar. Todo depende de las necesidades de cada persona”.
Heredar: sin impuestos, pero con juicio
Muchas personas eligen heredar porque los bienes que se reciben por testamento no pagan impuesto sobre la renta. Sin embargo, esto no significa que el trámite sea sencillo. Aunque haya testamento, se debe pasar por un juicio sucesorio, donde un juez valida el documento y ordena la adjudicación de los bienes. Este proceso puede tardar meses y requerir pagos a abogados y notarios.
A pesar de ser más tardado, es una opción ideal si aún estás activo económicamente y prefieres conservar el control completo de tu patrimonio durante tu vida. También permite que los bienes permanezcan en la familia hasta el fallecimiento del propietario.
Donar: más rápido, pero con posibles impuestos
La donación en vida permite transferir bienes de forma rápida, sin juicio sucesorio, lo que evita demoras y reduce costos legales. Además, se puede hacer con reserva de usufructo vitalicio, es decir, donar la propiedad pero seguir usándola hasta el fallecimiento. Esto es útil para adultos mayores que ya tienen definido a quién dejar sus bienes y no necesitan vender o hipotecar la propiedad.
Pero hay un punto clave: solo está libre de impuestos si es entre padres, hijos o esposos. Si donas a un hermano, sobrino o amigo, podrían generarse impuestos. Además, al donar, pierdes la plena propiedad del bien, lo que puede dificultar la obtención de créditos si los necesitaras.
¿Cuál conviene más?
Ambas opciones pueden ser útiles. Si buscas control total mientras vivas y un trámite sin impuestos a futuro, el testamento es ideal. Si prefieres una solución rápida y ya no necesitas usar los bienes como garantía, la donación puede ser más efectiva.
Lo mejor es acudir con un profesional y analizar caso por caso. Lo importante es tomar la decisión a tiempo, para evitarle a tu familia complicaciones legales y económicas.