Un tribunal federal en Estados Unidos bloqueó la ley del estado de Washington que obligaba a los sacerdotes a denunciar abusos revelados en confesión. La decisión protege el secreto de confesión, considerado sagrado en la Iglesia católica.
La norma fue impugnada por los obispos católicos del estado, quienes argumentaron que violaba la libertad religiosa protegida por la Constitución. El juez David Estudillo coincidió, afirmando que la ley no era neutral y colocaba al clero en una posición injusta frente a otras profesiones como abogados o médicos, que sí mantienen el privilegio de confidencialidad.
Aunque más de 20 estados tienen leyes similares con excepciones para la confesión, Washington optó por no incluir esa protección. La medida fue criticada incluso por el Departamento de Justicia y organizaciones religiosas internacionales.
La Iglesia católica insiste en que el secreto de confesión es inviolable, incluso si eso implica penas legales.