El expresidente Donald Trump volvió a encender la polémica este martes al acusar a Barack Obama de “traición”, al asegurar sin pruebas que el exmandatario demócrata lideró un intento para vincularlo falsamente con Rusia y debilitar su campaña presidencial en 2016. La oficina de Obama desestimó las acusaciones y las calificó como “ridículas” y un “intento de distracción”.
Trump hizo estas declaraciones desde el Salón Oval, respaldándose en comentarios recientes de su jefa de inteligencia, Tulsi Gabbard, quien amenazó con llevar ante el Departamento de Justicia a exfuncionarios del gobierno de Obama. Según Gabbard, documentos desclasificados muestran una “conspiración traicionera” para frenar el ascenso de Trump a la presidencia hace casi una década.
“Está ahí, es culpable. Esto fue traición. Intentaron robar las elecciones”, dijo Trump, sugiriendo que Obama lideró una operación para perjudicarlo mediante evaluaciones de inteligencia que vinculaban su campaña con injerencias rusas.
No obstante, informes oficiales, como la evaluación de la comunidad de inteligencia de EE.UU. en 2017 y un reporte bipartidista del Senado en 2020, sí confirmaron intentos del Kremlin para influir en los comicios a favor de Trump, aunque sin modificar votos directamente.
La oficina de Obama respondió con firmeza al señalar que los documentos desclasificados no refutan la conclusión de que Rusia intentó influir en las elecciones. “Estas extrañas acusaciones son ridículas”, indicó el comunicado del expresidente demócrata.
Trump, por su parte, intensificó su retórica al compartir en redes sociales un video falso en el que aparece Obama siendo arrestado, y advirtió que “es hora de ir por la gente”, en referencia a acciones legales contra funcionarios de la pasada administración.