Una grave denuncia sacude al sistema de salud y educación en Argentina, luego de descubrirse una red de fraude en los exámenes de ingreso a residencias médicas. Chats filtrados entre estudiantes revelaron que la prueba podía comprarse por alrededor de 2 mil dólares. Incluso, algunos testimonios aseguran que los exámenes se vendían sin respuestas para no levantar sospechas.
El escándalo explotó tras compartirse conversaciones en WhatsApp donde se hablaba abiertamente de la compra de la prueba. En ellas, algunos postulantes relataban que no se presentaron porque “su amigo ya había comprado el examen”. Otros apuntaron a comportamientos sospechosos durante la evaluación, como una persona que fue al baño nueve veces en cuatro horas, sugiriendo el uso de dispositivos para hacer trampa.
La indignación de los estudiantes que sí se prepararon fue inmediata. Muchos denunciaron la falta de controles y exigieron justicia. Algunos, incluso, fueron puestos en duda a pesar de haber aprobado con mérito, y tendrán que rendir nuevamente.
Ante la presión pública, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que se encontraron “resultados sospechosos”, incongruentes con los promedios previos de algunos aspirantes. El Ministerio de Salud decidió anular 268 exámenes y suspender temporalmente el orden de mérito, convocando a una nueva prueba solo para quienes obtuvieron 86 puntos o más.
Este caso pone en tela de juicio la credibilidad del sistema de acceso a especialidades médicas en Argentina y abre un fuerte debate sobre la necesidad de fortalecer los controles para evitar filtraciones y garantizar la equidad en procesos clave para la salud pública.