En México, la mayoría de las personas ricas no construyeron su fortuna, la heredaron. De acuerdo con un análisis de la politóloga Viri Ríos basado en la Encuesta de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, el 73% de los multimillonarios mexicanos son herederos, cifra muy superior al promedio mundial del 34%.
El estudio se centró en el 5% de la población con mayores ingresos —unos 111 mil pesos mensuales en promedio— y reveló que solo un pequeño porcentaje logró escalar a ese nivel desde fuera de las clases altas. De hecho, menos del 4% de las personas que nacieron fuera de ese grupo privilegiado logran alcanzar ese nivel económico.
El factor más determinante para alcanzar la riqueza en México es el origen familiar. El 40% de los ricos actuales ya eran parte del 10% más rico durante su infancia, y el 80% de los nuevos ricos proviene de familias de clase media o alta. La educación también es clave: el 80% de los nuevos ricos tiene estudios universitarios, y es más probable que sus padres también hayan tenido educación superior.
Los caminos más frecuentes hacia la riqueza son dos: hacer carrera en el sector privado, especialmente en finanzas, ventas o auditoría; o bien, emprender un negocio exitoso, principalmente en el comercio, los servicios profesionales, hotelería o tecnología.
Curiosamente, el 22% de los nuevos ricos sigue trabajando en la misma empresa donde inició su carrera, y muchos crecieron profesionalmente desde allí. Además, vivir en el norte del país, particularmente cerca de la frontera con Estados Unidos, aumenta las probabilidades de enriquecimiento gracias a mejores oportunidades laborales y de emprendimiento.
Otro dato importante es que el 63% de los nuevos ricos son hombres, lo que evidencia una brecha de género persistente en el acceso a la riqueza. También tienden a tener familias pequeñas: difícilmente alguien se enriquece con más de dos hijos.
En resumen, volverse rico en México es raro y sumamente difícil. La movilidad económica es limitada, y el camino hacia la riqueza está lleno de barreras estructurales que favorecen a quienes ya tienen ventajas desde la cuna.
Redacción en base a una publicación de El País
Foto: Wikipedia