El gobierno de Italia autorizó la construcción del puente colgante más largo del mundo, que unirá Sicilia con Calabria a través del estrecho de Mesina. La obra, valorada en 15,600 millones de dólares, tendrá 3.3 kilómetros de longitud y dos torres de 400 metros, con vías de tren y seis carriles para vehículos.
El proyecto, impulsado por la primera ministra Giorgia Meloni y el ministro de Transportes Matteo Salvini, busca generar 120,000 empleos anuales y reactivar la economía en dos de las regiones más pobres de Europa. Se prevé cobrar menos de 10 euros por cruzarlo.
Aunque se espera finalizar entre 2032 y 2033, la obra enfrenta críticas por posibles daños ambientales, impacto social y riesgo de corrupción. Además, deberá superar revisiones legales y ambientales antes de iniciar su construcción.