Durante años, la industria tecnológica en EE. UU. prometió a los estudiantes de informática salarios de seis cifras, bonos atractivos y estabilidad laboral. Sin embargo, el panorama actual es muy distinto: despidos masivos, adopción acelerada de inteligencia artificial (IA) y competencia feroz han dejado a miles de recién graduados sin oportunidades en el sector, obligándolos a postularse incluso a empleos en cadenas de comida rápida.
Manasi Mishra, graduada en informática por la Universidad Purdue, pasó un año enviando solicitudes sin recibir ofertas, y solo logró una entrevista… en Chipotle. Zach Taylor, egresado de la Universidad Estatal de Oregón, ha solicitado casi 6 000 empleos tecnológicos desde 2023 y no ha conseguido trabajo de tiempo completo; incluso fue rechazado en un McDonald’s.
El auge de la IA en programación ha reducido la demanda de ingenieros de software junior, justo el tipo de posiciones que buscaban estos egresados. Según la Reserva Federal de Nueva York, las tasas de desempleo para graduados en informática (6,1 %) e ingeniería informática (7,5 %) duplican las de carreras como biología o historia del arte.
Muchos candidatos describen su experiencia como “desmoralizadora” y “devastadora”. Empresas y organismos gubernamentales utilizan sistemas de IA para filtrar currículums en segundos, mientras los solicitantes también recurren a IA para postularse masivamente, creando un “bucle fatal” que deja fuera el componente humano del reclutamiento.
Aunque algunos, como Mishra, han optado por reconvertirse hacia áreas como ventas y mercadotecnia tecnológica, expertos como Jeff Forbes, exdirectivo de la Fundación Nacional para la Ciencia, advierten que el mercado actual no se parece al de hace pocos años: quienes antes rechazaban múltiples ofertas ahora luchan por conseguir una sola entrevista.
La paradoja es clara: la misma IA que promete eficiencia y nuevos horizontes para las empresas está cerrando la puerta a los ingenieros principiantes, obligándolos a buscar empleo donde menos lo imaginaron.