Elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y policías mexicanos llevaron a cabo este miércoles un “operativo espejo” en la frontera entre Ciudad Juárez y las localidades estadounidenses de Sunland Park y Santa Teresa, Nuevo México, con el objetivo de frenar el tráfico de personas, drogas y armas, así como de detectar a migrantes indocumentados.
Este tipo de acciones, que se desarrollan desde hace cuatro años a lo largo de los 3 mil 100 kilómetros de frontera común, se han intensificado tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, bajo una política de “cero tolerancia” hacia la migración irregular y el combate al tráfico de fentanilo. Durante la jornada, agentes realizaron patrullajes en camionetas y con apoyo aéreo de un helicóptero en la zona del muro fronterizo.
De acuerdo con Alex Bastidas, supervisor de la Patrulla Fronteriza en el Sector El Paso, los cruces irregulares han disminuido hasta en un 95%. “Son áreas muy desoladas, peligrosas para los migrantes; se quedan sin agua, sin comida y con temperaturas extremas. No queremos encontrar más gente muerta”, advirtió.
Por su parte, Luis Ángel Aguirre, oficial de la Secretaría de Seguridad de Chihuahua, informó que en lo que va de los cerca de 200 operativos realizados se han rescatado a unas mil 500 personas en condiciones de riesgo. También se han detenido a 120 individuos vinculados a secuestro, trata de personas y tráfico de drogas, armas y explosivos. “No vale la pena arriesgarse”, enfatizó.