Un nuevo estudio de la organización 4 Day Week Global concluyó que en la semana laboral de cinco días, al menos uno se desperdicia en procrastinación, reuniones inútiles o tareas poco productivas. La solución: reducir la jornada a cuatro días, con el mismo sueldo y nivel de productividad.
El experimento, realizado con más de 60 empresas de distintos países, aplicó el modelo 100:80:100: 100% del salario, 80% del tiempo de trabajo y 100% de productividad. Los resultados fueron contundentes: los empleados lograron la misma carga laboral en 33 horas semanales, eliminando actividades innecesarias.
Además de mantener la productividad, los beneficios fueron notables:
- 65% menos días de baja por enfermedad.
- 57% menos probabilidades de renuncia.
- Mayor satisfacción y reducción del agotamiento.
- En promedio, las empresas registraron un incremento del 15% en ingresos.
Ejemplos como Apple e IKEA muestran que el modelo es aplicable en sectores creativos, tecnológicos e incluso en retail, siempre que se ajusten los horarios. Mientras Apple permite contratos de 32 horas con beneficios completos, IKEA ha reducido horarios de tiendas para acortar jornadas.
Aunque el mayor reto sigue siendo para empleos que dependen de la atención al cliente o tiempos fijos, los datos sugieren que la jornada laboral de cuatro días podría convertirse en la norma en la próxima década, combinando productividad, bienestar y rentabilidad.