Una investigación de la BBC reveló la existencia de una red que explotaba sexualmente a mujeres ugandesas en Dubái, supuestamente dirigida por Charles “Abbey” Mwesigwa. Las víctimas, atraídas con falsas promesas de empleo, eran sometidas a deudas impagables y obligadas a participar en actos sexuales violentos y degradantes.
Monic Karungi, quien viajó con la esperanza de trabajar en un supermercado, terminó compartiendo vivienda con decenas de mujeres sometidas a humillaciones. Testimonios indican que los clientes, muchos de ellos europeos, pagaban por fetiches extremos y abusos físicos con violencia. Otra víctima, identificada como Lexi, relató que sufrían incluso humillaciones raciales.
La investigación documenta que Mwesigwa operaba desde apartamentos de lujo en Dubái, usando intermediarios para no aparecer en registros de propiedades ni vehículos. El caso de Monic, fallecida en circunstancias sospechosas, guarda similitudes con el de Kayla Birungi, otra joven ugandesa muerta en 2021 en propiedades ligadas a la misma red.
Aunque Mwesigwa negó los señalamientos y afirmó que las mujeres asistían voluntariamente a sus eventos, las autoridades de Dubái no han respondido a las solicitudes de información sobre las muertes de Monic y Kayla. Organizaciones en Uganda advierten que este esquema de explotación sigue activo y atrapa a más mujeres con falsas ofertas laborales.