En un emotivo acto celebrado este domingo en el Estadio State Farm de Arizona, Erika Kirk, viuda del activista conservador Charlie Kirk, sorprendió al público al declarar que perdona al asesino de su esposo. Ante más de 70 mil asistentes, afirmó que la misión de Kirk fue “salvar a hombres jóvenes, justo como el que le quitó la vida”, recibiendo una ovación de pie.
Charlie Kirk, de 31 años, murió el pasado 10 de septiembre tras recibir un disparo en el cuello durante un evento en la Universidad del Valle de Utah. El presunto responsable, Tyler Robinson, de 22 años, fue detenido al día siguiente y enfrenta cargos de asesinato con agravantes, por los que la Fiscalía de Utah ha solicitado la pena de muerte, una sanción que también ha exigido el presidente Donald Trump.
Durante el homenaje, Erika aseguró que los médicos le confirmaron que su esposo no sufrió dolor y que su muerte fue instantánea. Recién nombrada directora de Turning Point USA, organización fundada por Kirk cuando tenía 18 años, prometió continuar su legado y ampliar su misión. Al evento asistieron altos funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos el vicepresidente JD Vance, Marco Rubio, Pete Hegseth, Robert F. Kennedy Jr. y Tulsi Gabbard, quienes destacaron el papel de Kirk como una de las voces más influyentes del conservadurismo en el país.