La activista sueca Greta Thunberg pidió desde Atenas no centrar la atención en los “maltratos y abusos” que denunció haber sufrido durante su detención en Israel, sino en lo que calificó como “un genocidio transmitido en directo” en la franja de Gaza.
Thunberg fue detenida por militares israelíes cuando participaba en la Global Sumud Flotilla, que intentaba llevar ayuda humanitaria a Gaza. Tras seis días bajo custodia, fue deportada junto con otros 170 activistas hacia Grecia y Eslovaquia.
En su declaración, acusó a Israel de violar el Derecho Internacional al impedir la entrada de ayuda humanitaria y pidió a los gobiernos occidentales poner fin a su “complicidad” con el conflicto. Las autoridades israelíes negaron haber cometido abusos durante la detención.