El Centro de Estudios Jurídicos Carbonell organiza un evento especializado en el análisis del daño moral y patrimonial, donde se abordarán temas como la prueba del daño, la relación de causalidad, la cuantificación y las formas de reparación. Más que un espacio teórico, ofrecerá herramientas prácticas, criterios jurídicos aplicables y metodologías de análisis que permiten entender cómo el derecho protege la dignidad y el bienestar emocional de las personas.
El daño moral se refiere a la afectación emocional, psicológica o espiritual que una persona sufre a causa de las acciones de otra. A diferencia del daño material, no se mide con facturas ni con pérdidas económicas, sino con el impacto que genera en la vida, la paz interior o la reputación de la víctima. Casos de difamación, negligencia médica, discriminación o accidentes fatales suelen dar origen a este tipo de reclamos.
Expertos subrayan que, aunque el daño moral no tiene un valor exacto, su reconocimiento cumple funciones compensatorias y preventivas: busca resarcir el sufrimiento y enviar un mensaje social de que las conductas que atentan contra la dignidad humana no serán toleradas.
En México, los jueces deben valorar la gravedad del hecho, las consecuencias en la vida de la víctima y la capacidad económica del responsable al determinar una indemnización. Sin embargo, aún existen desafíos legales, como la falta de criterios uniformes y la necesidad de fortalecer la prueba psicológica o médica para acreditar el daño.
Reconocer el daño moral es, en última instancia, reconocer la humanidad dentro del derecho: entender que no todas las heridas son visibles, pero todas merecen justicia.
Foto: Zanyar Ibrahim