Una investigación de Reuters reveló una red de contrabando de combustible entre empresarios de Houston y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que inunda México con “huachicol fiscal” disfrazado de lubricantes para evadir impuestos.
El caso salió a la luz tras el arribo del buque Torm Agnes al puerto de Ensenada, donde descargó ilegalmente 120 mil barriles de diésel declarados falsamente como petroquímicos. La operación habría sido coordinada por la empresa Ikon Midstream, con sede en Texas, y la firma mexicana Intanza, presunta fachada del CJNG.
Autoridades estiman que el contrabando de combustible alcanza un valor de más de 20 mil millones de dólares anuales, lo que representa un tercio del mercado nacional de diésel. El caso ha provocado investigaciones en México y EE.UU. por evasión fiscal, lavado de dinero y corrupción portuaria.
Foto: Reuters