Huracán Melissa deja más de 50 muertos y provoca una catástrofe histórica en el Caribe

El cempasúchil, en peligro: el cambio climático amenaza la flor más emblemática del Día de Muertos

“Debo, puedo y quiero”: seis momentos íntimos de Juan Gabriel revelados en el nuevo documental de Netflix

Dark Light
La tormenta más fuerte en 150 años expone la vulnerabilidad de la región ante el #CambioClimático. #Melissa #Caribe #EmergenciaClimática #Jamaica #Haití #Cuba #Huracanes #CrisisHumanitaria

El huracán Melissa, catalogado como el segundo más poderoso del Atlántico desde 1851, arrasó con el norte del Caribe dejando más de 50 personas muertas, entre ellas al menos 10 niños, y millones de damnificados. Con vientos de más de 250 km/h y lluvias torrenciales, la tormenta destruyó viviendas, escuelas y hospitales, provocando una de las peores crisis humanitarias que la región ha enfrentado en los últimos 150 años.

Jamaica, Haití, República Dominicana y Cuba fueron las naciones más golpeadas. En Jamaica, Melissa tocó tierra como huracán categoría 5, afectando al 70% del país con apagones generalizados y daños severos en infraestructura. En Haití, las lluvias desbordaron ríos y arrasaron comunidades como Petit-Goâve, donde al menos 23 personas perdieron la vida. En Cuba, más de 700 mil personas fueron evacuadas antes del impacto del huracán.

Imágenes satelitales muestran comunidades completamente devastadas, carreteras intransitables y familias buscando sobrevivir entre los escombros. Los daños materiales podrían superar los 50 mil millones de dólares, mientras los gobiernos locales enfrentan el reto de restablecer servicios básicos.

Según Unicef, más de 700 mil niños en el Caribe se encuentran en situación crítica, sin acceso a agua potable, alimentos ni atención médica. Escuelas destruidas, hospitales inundados y caminos colapsados dificultan la entrega de ayuda humanitaria. La agencia internacional pidió 46.5 millones de dólares en fondos de emergencia para atender la crisis.

Expertos de la Organización Meteorológica Mundial advirtieron que la intensidad de Melissa se debe al calentamiento de los océanos. La tormenta pasó de ser una depresión tropical a un huracán categoría 5 en menos de 48 horas, lo que evidencia la aceleración de fenómenos extremos asociados al cambio climático.

El impacto de Melissa también reaviva el debate sobre la injusticia climática, ya que las naciones caribeñas son de las menos responsables en la emisión de gases de efecto invernadero, pero las más vulnerables a sus consecuencias.

A pesar de la destrucción, el Caribe empieza a levantarse. En Jamaica, se reanudan los vuelos en los principales aeropuertos; Cuba trabaja para restablecer la electricidad; y en Haití continúan las labores de búsqueda de desaparecidos.

La tragedia ha unido a comunidades, organizaciones y voluntarios en un esfuerzo de reconstrucción. Desde los refugios improvisados, niños y familias intentan recuperar algo de normalidad mientras el Caribe enfrenta una verdad dolorosa: el futuro de la región dependerá de cómo el mundo actúe ante la crisis climática global.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *