Nueve años después de su muerte, Juan Gabriel vuelve a brillar en las pantallas con el estreno del documental “Debo, puedo y quiero” (Netflix), una miniserie que muestra al Divo de Juárez como nunca antes: vulnerable, humano y profundamente auténtico. A través de videos inéditos, fotografías de su archivo personal y testimonios de su familia y amigos, la directora María José Cuevas reconstruye los momentos más decisivos en la vida de Alberto Aguilera Valadez.
A continuación, seis hechos clave de su historia que destacan en esta producción:
1. De Alberto Aguilera a Juan Gabriel
Nacido en Parácuaro, Michoacán, en 1950, y criado en Ciudad Juárez, el joven Alberto comenzó su carrera como Adán Luna antes de reinventarse como Juan Gabriel, nombre que eligió en honor a su padre, Gabriel Aguilera. Desde los clubes de Juárez hasta los grandes escenarios de México, el cantante consolidó un estilo único que rompió barreras de género y clase social.
2. Infancia difícil, abuso y prisión
El documental revela los pasajes más oscuros de su vida: el abandono materno, los abusos que sufrió siendo adolescente y su injusta reclusión en Lecumberri a los 20 años, acusado de robo. Fue en esa prisión donde conoció a la cantante Enriqueta Jiménez “La Prieta Linda”, quien lo ayudó a recuperar la libertad y a firmar su primer contrato discográfico.
3. “Amor eterno”, su canción más personal
El tema icónico que muchos creyeron dedicado a un amor perdido, fue en realidad un homenaje a su madre, Victoria Valadez Rojas, fallecida en 1974. “No quise verla en el ataúd”, confiesa el artista en el documental. “Amor eterno” fue grabada por Rocío Dúrcal una década después y se convirtió en el himno de la pérdida y el amor incondicional.
4. Padre y protector
Por primera vez, el público ve imágenes íntimas de Juan Gabriel con sus cuatro hijos: Iván, Joan, Hans y Jean Gabriel. En videos caseros se le observa jugando, cocinando y celebrando cumpleaños junto a ellos. Aunque su vida familiar siempre fue un misterio, sus hijos lo describen como un padre presente, amoroso y protector que los mantuvo alejados del escrutinio mediático.
5. Bellas Artes: del rechazo al reconocimiento
En 1990, Juan Gabriel rompió los prejuicios culturales al presentarse en el Palacio de Bellas Artes, acompañado de mariachi y orquesta sinfónica. En su momento fue duramente criticado, pero aquel concierto marcó un antes y un después en la historia musical de México. “La música es la música, venga de donde venga”, dijo esa noche, reivindicando la dignidad de la cultura popular.
6. El adiós del Divo
Con más de 500 composiciones y cuatro décadas de carrera, Juan Gabriel siguió cantando hasta el final. Murió el 28 de agosto de 2016 en Santa Mónica, California, tras un paro cardiaco. Su hijo Iván Aguilera recuerda el momento con dolor, pero también con orgullo: “Mi papá murió como vivió: cantando”.
El documental concluye con una frase de su hijo Hans: “Alberto Aguilera murió, pero Juan Gabriel sigue vivo, cantando con todos nosotros”.