El empresario Raúl Rocha Cantú, actual propietario de la franquicia Miss Universo, quedó bajo investigación federal luego de que la FGR obtuviera una orden de aprehensión en su contra por presuntos vínculos con delincuencia organizada, principalmente por tráfico de armas y operaciones de huachicol. Para evitar ser detenido, Rocha inició un proceso para convertirse en testigo colaborador, acuerdo que quedó formalizado el 19 de noviembre, según reveló Carlos Loret de Mola.
La indagatoria establece que Rocha habría participado en una red que introducía combustible desde Guatemala, lo movía a centros logísticos ubicados en Querétaro y lo comercializaba mediante empresas fachada. De manera paralela, el grupo habría utilizado compañías de seguridad privada para adquirir, mover y rematricular armas, las cuales presuntamente terminaron en manos del Cártel del Golfo y del Grupo Sombra en Veracruz. En este caso también fue detenida Mari Carmen “N”, señalada por colaborar en las operaciones ilícitas.
La investigación estalló mientras Rocha se encontraba en el centro de los reflectores por el triunfo de la mexicana Fátima Bosch en Miss Universo 2025, una coronación que ya arrastraba cuestionamientos por presunto favoritismo, tensiones internas y la renuncia inesperada de dos jueces del panel. El triunfo generó aún más polémica cuando Pemex felicitó públicamente a la reina mexicana, destacando que es hija de un exdirectivo de la petrolera.
Posteriormente, se recordó que en 2023, cuando el padre de Bosch laboraba en Pemex, la empresa otorgó mediante licitación un contrato por 745 millones de pesos a una compañía vinculada a Rocha. Pemex defendió el proceso y negó cualquier relación con el certamen.
Rocha respondió desde sus redes negando los señalamientos y acusando a diversos medios de intentar desacreditar tanto su figura como la organización de Miss Universo. Aseguró que la licitación de Pemex fue competitiva y se realizó conforme a la norma.