La percepción del tiempo cambia con la edad y afecta a millones de personas en México y el mundo. Expertos en cronobiología explican que el tiempo “acelerado” en la adultez se debe a la falta de novedades, la rutina y la pérdida de memoria reciente. Esto provoca que el cerebro registre menos información y que los días parezcan más cortos, un fenómeno que influye en nuestro bienestar y salud mental.
De acuerdo con investigadores europeos, los niños viven más lento porque todo es nuevo y emocionante, mientras que los adultos repiten actividades diarias que el cerebro deja de guardar. Sin embargo, hay formas de frenar esta sensación: agregar actividades nuevas, practicar atención plena, conectar con la naturaleza y realizar tareas creativas. Estas acciones ayudan a mejorar la memoria y equilibrar el reloj interno.
Foto de Nicholas Ng en Unsplash