En la mañana del 9 de septiembre, Culiacán, Sinaloa, vivió una nueva jornada de violencia tras enfrentamientos armados entre civiles, lo que resultó en la muerte de un militar y la suspensión de clases en diversas instituciones.
Los hechos se registraron en la colonia La Campiña, donde dos militares fueron heridos, uno de ellos identificado como César Augusto, quien falleció después de recibir un disparo en el rostro. El Ejército confirmó su deceso en el hospital.
Ante la escalada de violencia, la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) de Sinaloa suspendió las clases en el turno vespertino en Culiacán y Costa Rica. Instituciones como la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el Colegio de Bachilleres (Cobaes) también adoptaron esta medida de prevención.
El gobernador Rubén Rocha Moya informó que, a pesar de la situación, Culiacán está bajo control y recomendó a la población resguardarse en sus hogares. No obstante, también confirmó que durante los enfrentamientos, al menos 12 automovilistas fueron despojados de sus vehículos, los cuales ya han sido localizados por las autoridades.
Las balaceras provocaron calles vacías, el cierre de negocios y poca circulación en la capital sinaloense. A pesar de los reportes de la calma aparente, las autoridades han desplegado operativos en conjunto con la Guardia Nacional, el Ejército y la Policía Estatal para restablecer el orden.
Hasta el momento, no se ha confirmado si los hechos violentos están relacionados con grupos criminales activos en la región, pero la Fiscalía de Sinaloa continúa investigando la situación.