En términos generales, el refresco tiene más azúcar que la cerveza. Según la nutrióloga Carla Paola Aceves, un refresco de 330 mililitros puede contener hasta 35 gramos de azúcar, mientras que una cerveza regular de la misma cantidad tiene menos de 10 gramos.
Sin embargo, hay excepciones, como las cervezas con sabores añadidos o las cervezas sin alcohol, que pueden tener un mayor contenido de azúcar porque el proceso de fermentación no se completa y los azúcares no se transforman en alcohol.
Es importante recordar que, aunque la cerveza es baja en azúcar, sigue siendo alta en carbohidratos, derivados de los cereales utilizados en su elaboración. Además, tanto el alcohol como los azúcares añadidos en el refresco deben ser consumidos con moderación, ya que ambos pueden tener un impacto negativo en la salud.
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