Desde el pasado 17 de octubre, Cuba ha enfrentado una grave crisis energética, con apagones que han dejado al país en la oscuridad durante cinco días. Ante esta situación, el gobierno de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha ofrecido apoyo al país caribeño para enfrentar la “emergencia energética”. La falta de electricidad ha provocado el colapso de hospitales, el cierre de escuelas y protestas ciudadanas, mientras la infraestructura energética cubana, deteriorada y dependiente de combustibles fósiles, sigue en crisis.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana expresó su solidaridad con el pueblo cubano, anunciando su disposición de brindar apoyo técnico a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restablecer el suministro de energía. Además, México está en contacto permanente con las autoridades cubanas para coordinar la asistencia, mientras que otros países como Venezuela, Colombia y Rusia también han ofrecido ayuda.
La situación energética en Cuba, agravada por la falta de inversión y mantenimiento, ha dejado a la población en condiciones extremas. A pesar de los esfuerzos del gobierno cubano para justificar los cortes de luz debido al embargo estadounidense, expertos señalan que el mal estado de la infraestructura eléctrica y la dependencia de combustibles fósiles son factores clave en la actual crisis.