La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, sorprendió al país al declarar públicamente que contrató un asesino para eliminar al presidente Ferdinand Marcos Jr., a su esposa Liza Araneta-Marcos y al presidente de la Cámara de Representantes, Martin Romualdez, en caso de que ella fuera asesinada. Duterte dejó claro que “no era una broma”, según reportó la agencia AP.
Ante la amenaza, el Comando de Seguridad Presidencial reforzó la protección del mandatario, considerando el hecho como una prioridad de seguridad nacional. Además, trabajan junto con otras agencias para prevenir posibles ataques. El secretario ejecutivo, Lucas Bersamin, confirmó que la advertencia fue remitida a la guardia presidencial, aunque no se han informado medidas concretas contra Duterte.
Origen del conflicto
El enfrentamiento entre Duterte y Marcos escaló tras la detención de Zuleika Lopez, jefa de personal de Duterte, por presunta obstrucción en una investigación sobre mal uso de fondos públicos. Lopez, quien enfermó tras su arresto, recibió amenazas de ser encarcelada. Esto llevó a Duterte a acusar un complot en su contra y amenazar con represalias si algo le ocurriera.
“Si me matan, maten a BBM, Liza Araneta y Martin Romualdez. No es broma, no es broma. He dado mi orden”, expresó la vicepresidenta.
Ruptura política y antecedentes
La relación entre Marcos y Duterte se ha deteriorado desde que asumieron el poder en 2022. Los desacuerdos incluyen políticas exteriores y acusaciones de corrupción. En junio, Duterte renunció como secretaria de Educación y desde entonces ha criticado abiertamente al presidente y su círculo cercano.
Esta situación revive las controversias en torno a la familia Duterte, vinculada a la represión antidrogas de Rodrigo Duterte, expresidente y padre de Sara, investigada por la Corte Penal Internacional por posibles crímenes de lesa humanidad.
