México registró cinco asesinatos de periodistas en 2024, consolidándose como el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF). A nivel mundial, ocupa el tercer lugar, junto con Bangladesh, y está detrás de los territorios palestinos y Pakistán.
En los últimos cinco años, 37 periodistas han sido asesinados en México, lo que refleja un panorama alarmante para la libertad de prensa. A pesar de contar con un mecanismo estatal de protección que beneficia a 650 periodistas, casos como el de Alejandro Martínez Noguez, asesinado en un vehículo de seguridad, evidencian la vulnerabilidad de estas medidas.
Entre las víctimas más recientes se encuentran Mauricio Cruz Solís, Roberto Carlos Figueroa, Víctor Alfonso Culebro y Víctor Manuel Jiménez, todos atacados por el crimen organizado.
La situación reafirma la urgencia de reforzar las estrategias de protección para quienes ejercen esta labor en el país.