La calistenia, una disciplina basada en movimientos corporales que no requieren equipos pesados, ha ganado popularidad como una forma accesible y efectiva de mejorar la salud física. Este entrenamiento incluye ejercicios como flexiones, dominadas y abdominales, promoviendo fuerza, resistencia, flexibilidad y coordinación, según la Enciclopedia Britannica.
Además de sus beneficios físicos, la calistenia exige un esfuerzo cardiovascular que mejora el bienestar general. Sus orígenes datan del siglo XIX, cuando gimnastas alemanes y suecos la impulsaron como método educativo y de salud. Catharine Beecher, autora estadounidense, destacó su impacto en la fuerza y belleza a través de programas de ejercicios diseñados para mujeres, aunque hoy en día es una práctica adoptada por ambos géneros.
En el contexto actual, la calistenia es clasificada como un entrenamiento de resistencia y es ideal para quienes buscan mejorar su condición física sin necesidad de un gimnasio, según estudios publicados en el Journal of Strength and Conditioning Research.