México sigue enfrentando altos niveles de violencia por el crimen organizado. El nuevo gobierno busca ir más allá del despliegue militar, apostando por la inteligencia y la investigación para combatir los puntos críticos de inseguridad en el país.
El plan de seguridad se centrará en ciudades como Acapulco, Tijuana, León y Ciudad Juárez, entre otras, donde la violencia ha crecido. La estrategia también incluye reforzar la seguridad en carreteras y combatir la extorsión y asesinatos en zonas rurales y urbanas.
El crimen organizado ha afectado a México durante años, y cada semana surgen nuevos focos de violencia en estados como Guanajuato y Sinaloa. Los gobiernos anteriores han intentado contener la situación con tropas militares, pero los resultados no han sido del todo efectivos. La nueva administración, liderada por la presidenta Claudia Sheinbaum, planea cambiar esta estrategia.
Sheinbaum ha puesto al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) a Omar García Harfuch, exjefe de policía de la Ciudad de México. Él será responsable de liderar un plan que fortalezca la inteligencia y la investigación en todo el país, en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y otras agencias de seguridad.
Aunque la violencia en Sinaloa ha sido intensa recientemente, no se ha incluido como prioridad en el documento filtrado del plan de seguridad. Sin embargo, la velocidad a la que la violencia cambia en el país podría obligar a ajustar las prioridades en poco tiempo.
La lucha contra el crimen organizado en México sigue siendo un gran reto para el nuevo gobierno. Se espera que el enfoque en inteligencia y coordinación entre agencias logre avances significativos.
Foto: Fidetur Acapulco
