Desde el Hotel Amares, en un espacio de arquitectura moderna y que ha convertido uno de sus espacios en museo, el arquitecto Juan Flores Mercado compartió su visión sobre la resiliencia de Acapulco tras los embates de los huracanes Otis y John.
Con una trayectoria forjada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordó su paso por la máxima casa de estudios, donde desde quinto semestre comenzó a ejercer profesionalmente en la Dirección de Obras de la UNAM, bajo la rectoría del guerrerense Guillermo Soberón. Fue en ese periodo donde conoció al maestro Rufino Tamayo figuras clave en su formación.
“Si te juntas con los triunfadores, es el camino”, sentenció Flores Mercado, al hablar sobre su aprendizaje en la UNAM y su participación en la construcción de diversas instalaciones de la actual Ciudad Universitaria.
Un legado en el desarrollo urbano de Acapulco
Durante la charla para Zamudio Noticias, destacó las diversas obras arquitectónicas de Flores Mercado en Acapulco y señaló que sus construcciones fueron de las menos afectadas por los recientes fenómenos naturales.
Ante esto, el arquitecto subrayó la importancia del análisis del terreno antes de construir, afirmando que una obra de calidad depende del estudio del lugar y su contexto.
“La arquitectura es una de las bellas artes. Mis obras han sido diseñadas respetando la vocación, el entorno y los materiales propios de la región”, explicó.
El reto de la reconstrucción de Acapulco
Sobre la recuperación de la ciudad, señaló que el gran desafío es enfrentar obstáculos ajenos a la naturaleza de las obras públicas y privadas.
Respecto a la participación de Fonatur en la rehabilitación urbana y turística de Acapulco, Flores Mercado consideró que la experiencia del organismo en desarrollos como Ixtapa-Zihuatanejo puede ser clave para la reconstrucción de la ciudad.
Finalmente, el arquitecto hizo un llamado a la ciudadanía a aportar diariamente a la recuperación de Acapulco, mencionando que él mismo ha cooperado en reparaciones de obra pública, incluyendo la atención de fugas de agua en CAPAMA.
“Acapulco es una mujer bonita, hay que cuidarla”, concluyó.