Un terremoto de magnitud 8,8 sacudió la costa oriental de Rusia, provocando alertas de tsunami en países como Japón, Chile, Estados Unidos, Ecuador y Nueva Zelanda. Aunque las olas ya han disminuido en muchas regiones, autoridades mantienen advertencias activas ante posibles fluctuaciones del mar.
En Chile se evacuaron zonas costeras y cinco cárceles por riesgo de inundación. En Japón, casi dos millones de personas fueron evacuadas en áreas previamente devastadas por el tsunami de 2011. Crescent City, en California, reportó olas de hasta 2,5 metros sin daños graves, pero sigue bajo advertencia.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico informó que las olas en Hawai alcanzaron 1,74 metros. Aunque no se reportan víctimas fatales, el Servicio Meteorológico de EE.UU. recomienda precaución por corrientes inusuales.