Los candidatos del Partido Demócrata obtuvieron contundentes victorias en las elecciones celebradas este martes en Estados Unidos, apenas un año después del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Los resultados suponen un fuerte voto de castigo al presidente republicano, con triunfos clave en Nueva York, Virginia, Nueva Jersey y California.
Mamdani hace historia en Nueva York
El gran protagonista de la jornada fue Zohran Mamdani, de 34 años, quien se convirtió en el primer alcalde musulmán y socialista de la historia de Nueva York. Con un mensaje dirigido a la clase trabajadora, Mamdani derrotó al exgobernador Andrew Cuomo y al republicano Curtis Sliwa. En su discurso de victoria, prometió “una ciudad de inmigrantes, construida e impulsada por inmigrantes”.
Su triunfo desató reacciones internacionales. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró el resultado afirmando que “el pueblo de Nueva York se merece su estatua a la Libertad”. En contraste, el ministro israelí Amichai Chikli lamentó la elección y la calificó como una amenaza para la comunidad judía.
Virginia y Nueva Jersey también votan azul
En Virginia, Abigail Spanberger ganó la gubernatura con un discurso centrado en la unidad y el pragmatismo, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo. En Nueva Jersey, Mikie Sherrill se impuso con el 57 % de los votos, asegurando la continuidad demócrata en el Estado por tercer mandato consecutivo.
Ambas victorias se interpretan como un referéndum contra la gestión de Trump, marcada por el cierre parcial del Gobierno federal, que ya suma 35 días, y por la incertidumbre económica que afecta a millones de familias estadounidenses.
California refuerza el control demócrata
En el bastión progresista de California, los votantes aprobaron la proposición 50, impulsada por el gobernador Gavin Newsom, que permite modificar los distritos electorales y otorgará cinco escaños adicionales a los demócratas en el Congreso. “Esta es una noche extraordinaria para nuestra democracia”, celebró Newsom.
Trump, a la defensiva
Desde la Casa Blanca, Donald Trump intentó minimizar el impacto de la derrota, argumentando que no participaba directamente en los comicios y culpando al cierre del Gobierno por los malos resultados. Sin embargo, el mensaje de las urnas fue claro: una gran parte del electorado desaprueba su gestión.
Un voto simbólico contra la polarización
Con una participación récord en Nueva York —más de dos millones de votantes—, los comicios reflejaron el cansancio social ante la división política. “El futuro se ve un poco más brillante”, escribió el expresidente Barack Obama, al celebrar la victoria demócrata.
Los analistas coinciden en que estos resultados marcan un revés significativo para Trump y un impulso decisivo para los demócratas de cara a las elecciones legislativas de 2026.