El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue arrestado este miércoles 15 de enero por investigadores de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), marcando un precedente histórico al convertirse en el primer mandatario en funciones detenido en el país.
El operativo se realizó antes del amanecer en el complejo presidencial cerca de Seúl, luego de que Yoon desafiara reiteradamente citaciones para ser interrogado por su declaración de la ley marcial el mes pasado. Aunque la defensa presidencial había bloqueado un intento de arresto anterior el 3 de enero, las fuerzas de seguridad del CIO lograron acceder tras superar tres líneas de defensa.
El presidente enfrentará interrogatorios durante un plazo inicial de 48 horas, con la posibilidad de que se extienda su detención hasta 20 días si así lo solicita la oficina anticorrupción. Yoon está siendo investigado por posibles delitos de insurrección relacionados con la controvertida medida de ley marcial que impulsó en diciembre pasado.
El arresto generó una intensa movilización. Miles de seguidores del presidente, junto con parlamentarios del gobernante Partido del Poder Popular, se congregaron frente al complejo presidencial para manifestarse contra la orden de detención. La policía desplegó a 3 mil efectivos para mantener el control y advirtió que cualquier obstrucción sería sancionada.
Este suceso pone a prueba la estabilidad política de Corea del Sur y deja abiertas interrogantes sobre las implicaciones para el futuro del gobierno de Yoon.