El Arzobispo de Varsovia, Mons. Adrian Galbas, solicitó al Vaticano la expulsión inmediata del estado clerical del sacerdote Miroslaw M., detenido por presuntamente asesinar con extrema crueldad a un hombre sin hogar. “Estoy devastado”, declaró el prelado al conocerse los hechos ocurridos en Polonia, que han causado conmoción social e indignación dentro y fuera de la Iglesia.
De acuerdo con la Fiscalía del Distrito de Radom, el homicidio sucedió tras una discusión entre el sacerdote y la víctima, Anatol Cz., de 68 años. Ambos se encontraban dentro de un vehículo cuando el clérigo lo habría golpeado en la cabeza con un hacha y posteriormente le prendió fuego. La autopsia reveló que el cuerpo de la víctima presentaba quemaduras en el 80% y heridas graves por objeto cortante. El sacerdote enfrenta cargos por “asesinato con especial crueldad” y podría ser condenado a cadena perpetua.
El Arzobispado informó que el sacerdote ya fue relevado de su cargo como párroco en Przypki y que se ha iniciado el proceso canónico para aplicar la máxima sanción: la dimisión del estado clerical, conforme al canon 1397 del Derecho Canónico.
En una declaración pública, Mons. Galbas expresó su profundo pesar y anunció una jornada de oración y penitencia en toda la Arquidiócesis. “No tengo palabras de consuelo ni explicación. La sangre de nuestro hermano asesinado clama a Dios. Me siento moralmente responsable y pido perdón”, dijo el arzobispo.
La Iglesia Católica en Polonia aseguró que colaborará con las autoridades para esclarecer lo sucedido.