París, Francia.— A plena luz del día, en un golpe ejecutado con precisión casi cinematográfica, un grupo de ladrones robó joyas de valor “incalculable” del Museo del Louvre, uno de los recintos más emblemáticos del mundo. El atraco, que duró menos de 10 minutos, se realizó frente a visitantes y personal del museo, sin que nadie pudiera detenerlos a tiempo.

Según la Fiscalía de París, los hechos ocurrieron alrededor de las 9:30 de la mañana del domingo, cuando cuatro hombres llegaron al lugar en un camión de mudanzas equipado con una escalera eléctrica montada, herramienta común en París para subir muebles a través de ventanas. Los asaltantes colocaron la escalera en uno de los balcones de la Galería de Apolo, cortaron un vidrio con una sierra circular e ingresaron al recinto.
Aunque la alarma se activó de inmediato, los ladrones amenazaron al personal con la herramienta y lograron romper dos vitrinas antes de huir. Se llevaron varias joyas, entre ellas un collar de zafiros, otro de esmeraldas y una tiara usada por la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III. Otras piezas, como una corona con más de 1,300 diamantes y 56 esmeraldas, fueron abandonadas en su prisa por escapar.
Los delincuentes huyeron en motonetas de alta potencia, dejando atrás la escena del crimen antes de que la policía pudiera reaccionar. De acuerdo con expertos citados por The New York Times, el robo no fue un crimen de arte tradicional, sino un “robo de mercancías”, pues los ladrones buscaban piedras preciosas y metales valiosos, fáciles de revender o fundir.
Este nuevo caso se suma a una larga lista de robos en museos icónicos, entre ellos el de la Mona Lisa en 1911, “El grito” de Edvard Munch en 1994, y el robo de la moneda de oro gigante del Museo Bode en 2017. Las autoridades francesas han calificado el hecho como “un ataque al patrimonio nacional” y mantienen desplegado un operativo de búsqueda a nivel internacional.