Tras más de 10 horas de debate, el gabinete de seguridad israelí aprobó la propuesta del primer ministro Benjamin Netanyahu para que el ejército tome control de toda la franja de Gaza. La decisión se dio pese a la oposición del jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, quien advirtió que la operación debilitaría a las fuerzas armadas y pondría en riesgo a los rehenes de Hamas.
Netanyahu aseguró que Israel no anexará Gaza y que, tras la operación, su administración se transferiría a un gobierno de transición liderado por fuerzas árabes no especificadas, excluyendo a Hamas y a la Autoridad Palestina. El plan contempla evacuar a unas 800 mil personas de la ciudad de Gaza y avanzar después hacia campos de refugiados, con fecha simbólica del 7 de octubre para completar la primera fase.
En Gaza, el gobierno local reporta más de 61 mil muertos desde el inicio del conflicto, mientras la OMS alerta de casi 12 mil menores de cinco años con desnutrición aguda. La decisión israelí ha generado rechazo interno y críticas internacionales, incluyendo una propuesta de la Unión Europea para suspender su acuerdo de asociación con Israel.
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