Durante años se creyó que los perros eran los principales portadores de gérmenes en casa, pero un estudio reciente demostró lo contrario: las barbas humanas pueden albergar más bacterias que el pelaje de un perro.
La investigación, realizada por la Clínica Hirslanden Santa Ana y la Universidad Médica Paracelsus de Austria, comparó la presencia de microorganismos en 18 barbas masculinas y el pelo de 30 perros. Los resultados, publicados en la revista European Radiology, fueron contundentes: las barbas mostraron una carga bacteriana más alta y con mayor presencia de cepas patógenas que los animales.
Incluso, tras analizar los equipos de resonancia magnética utilizados tanto por humanos como por perros, los científicos encontraron que los escáneres usados por los animales estaban más limpios que los destinados a personas, pese a los mismos protocolos de limpieza.
“Los hombres con barba albergan una carga significativamente mayor de microbios y más cepas patógenas para humanos que los perros”, concluyeron los autores del estudio.
Los dermatólogos explican que el problema no es tener barba, sino descuidar su higiene. Recomiendan lavarla diariamente con productos específicos que no resequen la piel, como champús con aceite de argán, aloe vera o manteca de karité, y aplicar aceites o bálsamos que mantengan el vello suave y libre de bacterias.
El estudio no busca satanizar el vello facial, sino recordar que la higiene es clave: el vello —como el cabello o las manos— acumula bacterias si no se cuida adecuadamente. Así que, antes de juzgar los lamidos de tu perro, tal vez convenga revisar el estado de la barba de quien te da un beso.
