Un descubrimiento esperanzador acaba de surgir desde la Universidad de Harvard: caminar diariamente podría retrasar durante años el desarrollo del alzhéimer, una de las enfermedades más temidas del siglo XXI.
El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, siguió durante 14 años a 296 adultos de entre 50 y 90 años como parte del Harvard Aging Brain Study. Los investigadores del Mass General Brigham Hospital hallaron que el nivel de actividad física estaba directamente relacionado con la velocidad de acumulación de proteínas tau en el cerebro, una de las principales causas del deterioro cognitivo.
“Cada paso cuenta. Incluso incrementos modestos en la actividad física pueden ofrecer beneficios duraderos para el cuerpo y el cerebro”, señaló la neuróloga Wai-Ying Wendy Yau, de la Harvard Medical School.
Los resultados mostraron que caminar entre 3,000 y 5,000 pasos al día puede retrasar el deterioro cognitivo hasta tres años, mientras que quienes logran 5,000 a 7,500 pasos diarios podrían ganar hasta siete años de protección frente al alzhéimer.
Los científicos explican que caminar estimula la circulación sanguínea cerebral, mejora la oxigenación y favorece la eliminación de proteínas tóxicas como la tau y la amiloide-β, responsables de los daños neuronales.
Por el contrario, las personas con estilos de vida sedentarios mostraron un deterioro más rápido y severo. Según el neurólogo Jasmeer Chhatwal, autor principal del estudio, “el estilo de vida influye directamente en las fases más tempranas de la enfermedad”.
Este hallazgo redefine la prevención del alzhéimer: no se trata de correr maratones, sino de mantener la constancia. Caminar unos minutos al día podría ser la clave para preservar la memoria y la claridad mental a largo plazo.