El Congreso de la Ciudad de México aprobó reformas a la Ley de Residuos Sólidos con el objetivo de combatir la contaminación provocada por la llamada moda rápida (fast fashion), considerada una de las industrias más contaminantes del mundo. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), este sector genera cerca del 10% de las emisiones globales de dióxido de carbono, además de altos niveles de desechos textiles.
La iniciativa obliga a la SEDEMA y a las alcaldías a implementar programas de recolección, reciclaje y tratamiento de ropa, calzado y bolsas desechadas. También contempla campañas de concientización para fomentar el intercambio y reutilización de prendas, con el fin de disminuir el consumo desechable. Los legisladores Juan Estuardo Rubio Gualito y Elvia Estrada Barba, del Partido Verde Ecologista, señalaron que la reforma busca reducir la huella ambiental del sector y promover una transición hacia la economía circular.
Entre los siguientes pasos se prevé la creación de centros de acopio textil y la colaboración con la industria de la moda para integrar los nuevos lineamientos. Autoridades capitalinas subrayaron que el éxito de la medida dependerá de la cooperación entre empresas, comercios y ciudadanía para reducir los residuos y transformar los hábitos de consumo en la capital.
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