El CEO de OpenAI, Sam Altman, encendió el debate sobre el futuro del empleo al afirmar que la humanidad ha entrado de lleno en la era de la superinteligencia artificial. “Ya pasamos el horizonte de sucesos: el despegue empezó”, aseguró en un artículo reciente publicado en su blog personal, donde advierte que herramientas como ChatGPT ya superan a cualquier humano en capacidad cognitiva histórica.
Altman visualiza un futuro cercano en el que robots fabrican otros robots y centros de datos se construyen a sí mismos, lo que llevaría a reducir el costo de la inteligencia al nivel del de la electricidad. En este contexto, predice que para 2026, la IA podrá generar nuevo conocimiento y que en 2027 será capaz de realizar tareas físicas en el mundo real.
Aunque el impacto más inmediato será la desaparición de clases enteras de empleos, Altman sostiene que no es el fin del trabajo, sino una transformación. “Nadie desea volver a ser farolero”, dice al comparar el cambio actual con el que provocó la Revolución Industrial. Los trabajos que hoy parecen esenciales podrían ser vistos como obsoletos por generaciones futuras.
Aun así, Altman no niega que el camino será desafiante. La adaptación requerirá repensar el concepto de empleo, y aunque la IA destruirá ocupaciones tradicionales, también abrirá puertas a nuevas profesiones y formas de vida, muchas aún impensables. “Cuando miremos atrás, estos cambios graduales habrán sido revolucionarios”, concluye.