Las autoridades de Myanmar actualizaron el balance de víctimas del terremoto de magnitud 7.7 del pasado viernes, elevando la cifra de fallecidos a 3,145 y reportando más de 4,500 heridos. Además, 221 personas siguen desaparecidas, por lo que los equipos de rescate continúan en la búsqueda de sobrevivientes.
La ONU advirtió que la cifra podría seguir aumentando a medida que se restablecen las telecomunicaciones y se intensifican las labores de rescate. Más de 17 millones de personas han sido afectadas en 57 municipios del país, mientras que en Bangkok, el derrumbe de un edificio dejó 22 muertos y 35 heridos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a la comunidad internacional a aumentar el apoyo con insumos y personal médico, ya que la infraestructura sanitaria en Myanmar ha quedado gravemente afectada. Hasta ahora, 17 países han enviado ayuda, pero se requiere más asistencia.
La crisis se da en medio del conflicto interno que vive Myanmar desde el golpe militar de 2021. Ante la emergencia, el Ejército y los grupos opositores han acordado una tregua humanitaria temporal para facilitar las labores de auxilio.